Acantilados, pueblos de ensueño, mar azul, la ruta estrecha y zigzagueante… tanto vimos en películas y en fotos esos paisajes alucinantes de la Costa Amalfitana que decidimos incluirlo en nuestro segundo viaje a Europa.

Nos pareció que la mejor forma de recorrer a nuestro antojo era alquilar un auto así que arrancamos desde Nápoles y comenzamos la aventura. Las autopistas italianas son increíbles, aunque los peajes no son baratos. Algo a tener en cuenta, sobre todo en la parte de la costa amalfitana, es que las calles son sumamente estrechas, así que cuanto más pequeño sea el vehículo mucho mejor.

Si no nos creen… sí, eso es una calle… y pasó con calzador

Decidimos hacer base en Sorrento, que es una ciudad bastante grande y con variedad de oferta hotelera, y recorrer día a día desde ahí. En realidad pensamos que nos alojábamos en Sorrento pero el hotel estaba ubicado en lo que se llama Massa Lubrense, sobre el mar, pero alejado del centro de Sorrento. En esta zona vas a notar que un pueblo está pegado al otro y ni te das cuenta cuando salís de uno y entras al siguiente. Al tener vehículo la distancia no fue un problema aunque la contra es que el estacionamiento es medido con parquímetro y no es nada fácil conseguir lugar, además de que es bastante caro (entre 2 y 3 euros la hora).

Sorrento

El centro de Sorrento es amplio, tiene muchos restaurantitos, locales en callecitas peatonales, y hermosos atardeceres desde la costa. Es hermoso para caminar, ir a cenar y hacer alguna que otra compra, ya que cuenta con cajeros, supermercados y gran variedad de comercios.



El puerto y sus atardeceres desde allí son lo mejor!

Nuestro hotel se encontraba en la zona de balnearios, aunque la temporada recién estaba arrancando hacia fines de Abril. Más alla de que el clima todavía no estaba para playa, el lugar y la vista era impecable y en la zona había varios restaurantes donde aprovechar para comer mariscos y pescado fresco.

La vista desde nuestro hotel:

La playa

Ruinas de Pompeya

La ciudad de Pompeya queda a unos 30 kilómetros de Sorrento y sinceramente no es nada pintoresca sino todo lo contrario, además de que el tránsito es un caos total.

Fuimos a visitar las ruinas y la verdad que el lugar es muy lindo, aunque para aprovecharlo al 100% habría que hacer la visita con guía. Esto lleva varias horas ya que es muy grande y nosotros queríamos ir al volcán Vesubio en el mismo día, así que solo conocimos un poco de las ruinas y leímos la información que te dan en el librito con la entrada (11 euros por adulto) por lo que seguramente nos perdimos de muchos detalles. De todos modos, lo que llegamos a ver nos pareció muy interesante ya que, a pesar de que estuvo enterrada cientos de años, es una de las ciudades antiguas mejor conservadas del mundo.

  

La vista desde acá no está nada mal…

 

Está repleto de esculturas de varios artistas que intervinieron el lugar:

Hay un sector donde están los cuerpos petrificados en posición fetal protegiéndose de la lava y cenizas. Muy impactante!

Monte Vesubio

Acá se encuentra el famoso volcán Vesubio y queda muy cerca de Pompeya (unos 15 kilómetros).

Hay un estacionamiento en la entrada de acceso al volcán pero es solo para buses de turismo, así que tuvimos que dejar el auto en otro estacionamiento improvisado como a 2 kilómetros abajo y donde nos cobraron unos 5 euros por estacionar y aparte si querés que te suban en auto hasta la base del volcán tenés que pagar 1 euro por persona. Nos pareció otro de los «curritos» de los tanos así que subimos a pie (y yo me arrepentí en el medio del camino, era muy en subida, pero ya estábamos en el baile). Al llegar tenés que sacar la entrada para acceder al volcán que vale 4 euros.

El camino hasta la cima no es tan largo aunque bastante empinado, y tuvimos la mala suerte de ir un día muy nublado, así que no pudimos ver las maravillosas vistas que suponemos se obtienen desde allí 🙁

Positano

Este pueblito construido sobre la ladera, aparece de repente entre los acantilados y no se puede negar que el paisaje es de película. Es la joya indiscutida de la Costa Amalfitana y aunque toda esta región es enormemente pintoresca, este pueblo se lleva el premio mayor. Los colores, los paisajes, sus callecitas minúsculas, sus escalinatas, sus comercios, su playa de aguas azules son de lo más atractivo para visitar.

   

Si van en auto como nosotros hay que tener en cuenta que no queda otra que pagar estacionamiento y no son nada económicos. Al alejarte un poco del centro se consigue mejor precio pero tampoco varía demasiado (te puede costar entre 3 y 5 euros la hora).

Si el clima está como de playa este es el lugar para descansar un rato, tomar sol y darse un chapuzón. Imperdible caminar sus callecitas, ver las vidrieras, subir un poco y disfrutar la vista soñada que regala este lugar de cuentos.

Y por qué no, un almuerzo con birrita con esta vista increíble.

Amalfi

Es el pueblo que le da nombre a esta zona y es mucho más grande que Positano. Cuenta con una calle peatonal en el centro lleno de restaurantes y barcitos. El lugar más popular es la iglesia de Amalfi, que seguramente la viste en cientos de fotos o películas. Para subir a visitarla hay que subir por una larga pero pintoresca escalinata.

No es tan hermosa si la comparamos con Positano, pero es uno de los imperdibles al recorrer esta costa. Como nosotros estábamos con el auto, lo dejamos en un estacionamiento un par de horas, caminamos un poco, sacamos varias fotos y seguimos recorrido hacia Ravelo buscando un mirador que nunca encontramos 🙁

Vietri sul Mare

Es un pueblito chiquito al que está más bien del lado continental, y esta en altura en los acantilados. Si uno viene de Amalfi hacia Salerno pasa por allí.



Particularmente me interesaba conocerlo por ser un pueblo alfarero. Está repleto de comercios donde venden objetos de cerámica, como así también se encuentran intervenciones realizadas en mosaico en las fachadas de las casas. De todos modos, en todos los pueblitos de la costa amalfitana que recorrimos predomina el arte cerámico, así como también sus famosos limones y productos derivados de éstos.

Como siempre, las vistas son soñadas…

Salerno

Es la última ciudad yendo hacia el sur y la más grande de la costa amalfitana. Es una zona pesquera donde se destacan los pescados y mariscos.

La ciudad es muy linda aunque no tiene el aspecto encantando que presentan los otros pueblitos de la costa amalfitana, sino que es una ciudad propiamente dicha. De todos modos, la zona del puerto y el centro son muy pintorescos y lindos para recorrer. Nosotros pasamos la última tarde de nuestro viaje en esta ciudad y también aprovechamos para hacer algunas compras, ya que acá hay una oferta comercial muy grande. Lo que hay que tener en cuenta es que los fines de semana merma muchísimo el movimiento, las calles se encuentran bastante vacías y muchos comercios cierran. Incluso nos pasó que llegamos en horario «siesta» y estaba todo desierto y cerrado. Al correr unas horas comenzaron a abrir algunos de los locales.

La parte del puerto y la costanera fue lo que más nos gustó.

Capri

Desde el puerto de Sorrento fuimos a visitar y a pasar el día a la popular Isla de Capri, pero eso te lo contamos próximamente en otro post! 😉

 

Para concluir solo nos queda decir que la Costa Amalfitana ofrece unos paisajes majestuosos e incomparables, y no podíamos dejar de parar a sacar fotos en cada curva de la ruta… realmente te corta el aliento. Y en la noche no es menos extraordinario…