Lucca se encuentra a 45′ en tren desde Pisa y el boleto cuesta 12 euros con Trenitalia. Hay varios horarios disponibles ya que tiene una frecuencia bastante alta.

Esta ciudad medieval aún conserva la muralla que rodea a la ciudad, y esto no es algo muy común de ver así que decidimos visitarla. Los muros, con altura de 12 metros, miden 4,5 kilómetros de largo y encierran todo lo que hoy es el casco histórico de la ciudad y que fue transformado en un hermoso paseo público que se puede recorrer en su totalidad tanto a pie como en bici, donde se pueden apreciar las numerosas torres, campanarios y monumentos. Recorrerlo en bicicleta, a velocidad de paseo puede llevar alrededor de dos horas.

Nosotros la visitamos un domingo y nos encantó que en la plaza principal se encontraba una feria de antigüedades realmente muy pintoresca.

Vía Fillungo es la calle más popular de Lucca, animada, y llena de negocios y restaurantes. Los negocios que se encuentran en esta calle conservan sus carteles y decoraciones en estilo antiguo. Es una linda zona para elegir el restaurante que mas seduzca y saborear una buena pasta italiana.





Otras atracciones de la ciudad son el Palacio y los Jardines Pfanner. Es uno de los palacios más importantes y hermosos del centro histórico de Lucca. Su jardín del 1700 lleno de cedros, limoneros, y diversas flores en medio de estatuas y fuentes hacen de este lugar un oasis para descansar. 

Pero si no querés pagar la entrada o no te interesa tanto, podes apreciar el jardín y parte del palacio desde afuera como hicimos nosotros.

Vale la pena perderse sin rumbo por las callecitas y sentir que viajamos en el tiempo.

Te vas a encontrar con estas torres y si mirás hacia arriba encontrás que cuentan con un divertido detalle en la punta.

Recomendamos visitar Lucca si contás con un par de días en Pisa, ya que es un trayecto corto de tren y un pueblito que se disfruta muchísimo.