Hacía muchos años que teníamos ganas de conocer esta famosa ciudad, conocida por sus callecitas angostas, sus casas coloniales y sus balcones floridos.

Nuestro vuelo llegaba allí, tras una muy breve escala en Bogotá, que lamentablemente nos quedó pendiente para otro viaje.

Pasamos cuatro noches en Cartagena y tuvimos tiempo de conocer bastante. A quien solo está interesado en conocer la parte más turística con un día completo o dos para hacerlo más tranquilos está muy bien.

Lo que nos pasó en general con Colombia fue que nos costó encontrar información en Internet sobre experiencias de otros viajeros, o datos puntuales, incluso notamos que las ubicaciones de Google Maps están erróneas o faltantes, por eso vamos a tratar de compartir en este blog todo lo que averiguamos y los datos que recolectamos en nuestro viaje esperando que sea de utilidad para otros viajeros que deseen conocer este destino.


Getsemaní

Para alojarnos, elegimos el barrio de Getsemaní, que se encuentra muy próximo a la ciudad amurallada pero con precios más tentadores a la hora de buscar hotel o sitios para comer, además de poseer su propio encanto y un ambiente muy tranquilo durante el día.

 

En sus callecitas se encuentran muchos restaurantes, bares, paredes con murales y graffitis y al caer el sol la Plaza de la Trinidad de llena de gente que se acerca a comer algo en los puestitos callejeros, disfrutar de alguno de los shows a la gorra que allí abundan y pasar un buen rato hasta largas horas de la noche.

Incluso los locales salen a la vereda a jugar a las cartas entre vecinos, escuchar música y hacer sociales. Todo un ambiente de fiesta típico de Colombia. 

Ciudad amurallada

Se conoce así al barrio que se encuentra rodeado por la antigua muralla de la ciudad, aunque este barrio también es conocido como San Diego. La muralla fue construida a finales del siglo XVI para la defensa de la ciudad y es la fortificación más completa de América del Sur y una de las mejor conservadas del mundo, declarada por ello Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Hay un par de empresas que ofrecen tours gratuitos y, como siempre decimos, nos parece la mejor manera de comenzar a conocer una ciudad. Nosotros hicimos el tour de las 10 am que sale desde la Plaza de Santa Teresa, en frente del Museo Naval. En esta web hay información sobre los tours ofrecidos y sus horarios: https://www.freetour.com/es/cartagena

 

 

 

Este barrio es hermoso para recorrer tanto de día como de noche, donde la atmósfera cambia drásticamente y las luces visten la ciudad con un encanto especial. Nada mejor que perderse en sus pequeñas calles, vestidas de colores vivos y flores, siempre mirar hacia arriba! Los balcones repletos de flores son los más hermosos que vimos.

   

Para recorrerla de día, lo mejor es comenzar temprano, y de esta manera se dispone de la ciudad casi de manera exclusiva.

  

Al atardecer, sentarse en la muralla frente al mar y si estás con suerte, ves el sol caer en un paisaje soñado.

  

Uno de los lugares más populares para ir a ver el atardecer es el bar «Café del Mar» aunque nos dijeron que conviene reservar antes porque se llena de gente y si vas sobre la hora no podés entrar.

Nosotros preferimos ver el mismo atardecer pero gratis, sentados en la muralla tomando alguna cervecita que los vendedores te ofrecen cada 30 segundos.

 

De noche la ciudad toma una tonalidad amarilla cálida, y se transforma creando un ambiente totalmente diferente.

 

Una de las grandes atracciones de la Ciudad Amurallada es la famosa Gertrudis, obra de Botero. Cuenta la creencia popular que quien le toca los senos se asegura largas relaciones amorosas. Vaya uno a saber pero la cosa es que todo el mundo lo hace y no podíamos ser menos =P

El reloj solar es otra de las curiosidades de la zona…

Castillo San Felipe

Es parte del Patrimonio Histórico y Cultural de Colombia y una de las principales atracciones de Cartagena. Es una muy linda visita que se realiza en un par de horas como mucho y desde allí se aprecian unas vistas hermosísimas de la ciudad. Se pueden contratar guías allí mismo para aquellos a quienes les interese conocer un poco más de la historia del lugar.

 

Queda muy cerca de la ciudad amurallada, se puede ir caminando tranquilamente desde allí. La entrada cuesta 25.000 pesos colombianos para extranjeros.

Boca Grande

Este barrio es conocido como la «Miami Colombiana» y es la parte más nueva de la ciudad. Aquí se encuentran las playas públicas y está repleto de edificios modernos, aunque misteriosamente, la mayoría parecen estar deshabitados.

  

Sinceramente, de lejos se ve más pintoresco que de cerca, ya que hay mucha basura y eso afea mucho tanto esta zona como otras de Colombia. Hay mucha gente bañándose en estas playas, pero a nosotros no nos sedujo lo suficiente como para meternos al mar. De todos modos si se cuenta con tiempo, como fue nuestro caso, es lindo para conocer un poco más y para quienes quieran ir de compras hay dos centros comerciales grandes, Nao Centro Comercial y Plaza Bocagrande, sobre la avenida principal así como también un gran mercado de artesanías donde se consiguen mejores precios que en el centro.

Excursiones a las islas

Las excursiones ofrecidas no varían mucho y básicamente hay dos opciones: Playa Blanca en Barú o Islas del Rosario. Para la primera no es necesario contratar tour, ya que se puede llegar en transporte púbico por tierra o en lancha, pero esto lo contaremos mejor en otro post ya que pasamos un par de días allí. Con respecto a Islas del Rosario, la oferta es mayor y no muy clara, ya que son varias islas y no se sabe bien el nombre de cada una. Lo que hacen es ofrecer «islas» cuando en realidad son nombres de hoteles, la mayoría en Isla Grande o Isla Marina. El tour siempre consiste en un «pasadía», que básicamente es ir a un hotel (ojo que no todos tienen playa, hay varios con una especie de muelle nada más), algunos cuentan con piscina, te dan una reposera y sombrilla e incluye almuerzo. Dependiendo del hotel serán las actividades extras ofrecidas. Para preguntar por las excursiones fuimos directamente al puerto. Ahí están todas las boleterías así que hay variedad de opciones para averiguar y buscar mejor precio.

Finalmente nos decidimos por «Islabella» que se encuentra en la Isla Marina, no está nada mal pero si buscás arena blanca, agua templada y arena caribeña, creemos que Playa Blanca se lleva el premio mayor.

 

  

De todos modos estuvo bueno conocer un poquito más aunque hubiéramos preferido otro tipo de tour, quizás algún breve paseo bordeando las islas y hacer snorkel en algún lugar, pero fue imposible conseguir algo así, todas las agencias ofrecen lo mismo. Algo a considerar es que, al menos en la época en la que fuimos (marzo) a la tarde la marea se agita y el regreso fue bastante movido, de hecho el capitán solicitó regresar media hora antes de lo previsto y el trayecto de regreso (que dura una hora aproximadamente) fue a los saltos, sacudones y olas entrando en la lancha. Si te gusta la adrenalina te va a encantar, sino no la vas a pasar tan bien…

La siguiente foto fue tomada a la ida, las vistas de la ciudad no están nada mal, no?

Para ir finalizando, Colombia tiene mucho para ofrecer, y sin dudas Cartagena es un imperdible y uno de los destinos que no puede faltar en un viaje a este país, por algo el gran Gabo la adoraba tanto.

Un buen consejo es regatear TODO, siempre te tiran un precio mucho mayor del que están dispuestos a cobrarte así que los buenos negociadores pueden llegar a conseguir muy buenos descuentos.

En otros posts les contamos más sobre otros lugares que visitamos en este hermoso país 🙂